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Las lesiones de menisco o meniscopatías son más propensas en la sociedad de hoy en día ya sea por algún traumatismo o por la degeneración de los mismos. Estas lesiones producen dolor de rodilla con sensación de bloqueo al flexo-extender la rodilla y con posible hinchazón o rigidez.
Los meniscos son dos discos de tejido fibrocartilaginoso que se ubican entre el fémur y la tibia. Tienen forma de medialuna y su principal función es amortiguar y mantener estable la articulación de la rodilla. El menisco medial se encuentra en la parte interna de la rodilla y el menisco lateral en la parte externa.
Existen diferentes tipos de lesiones de menisco y desgarros, según el aspecto y el lugar del desgarro se clasifican de diferente forma, las lesiones más comunes incluyen: desgarros longitudinales, en pico de loro, asa de cubo, colgajo y mixtos.
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Para aliviar los síntomas sigue los siguientes consejos:
En las lesiones de menisco el tratamiento puede variar desde un tratamiento conservador hasta uno quirúrgico. La elección del tratamiento dependerá de la edad del paciente, el nivel de actividad, lesiones asociadas, etc. Dependiendo de la elección del tratamiento el papel de la fisioterapia será diferente, aunque igual de importante en ambos casos.
En un tratamiento conservador la fisioterapia se centrará en disminuir el dolor y los síntomas y promover la cicatrización del desgarro. Además, determinará las pautas y ejercicios a seguir para mejorar la calidad de vida y prevenir futuras recidivas.
En el caso de un tratamiento quirúrgico, la fisioterapia se centrará en una primera instancia en ganar la movilidad de rodilla y liberar las posibles adherencias. Una vez recuperada toda la movilidad se centrará en fortalecer y reeducar para volver en las mejores condiciones a las actividades de la vida diaria y deportivas.