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El dolor lumbar puede estar generado por un problema muscular. Estos dolores aumentan con actividades específicas como coger un peso del suelo o realizar movimientos repetitivos de la espalda o manipular objetos durante las horas de trabajo. También, el dolor lumbar puede aumentar con actividades tan simples como caminar o subir escaleras. Esto se debe a que nuestra musculatura lumbar esta débil y no soporta equilibradamente el peso del cuerpo y comienza a doler con el paso del tiempo.
Por otro lado, la causa del dolor lumbar puede provenir por una alteración de las articulaciones. Este tipo de lesiones, suele generar dolores difusos, difíciles de localizar y que aumentan en las primeras horas de la mañana pero que mejoran durante el día. También, puede ocasionar una sensación de bloqueos en la columna lumbar. Es decir, sentir limitación de los movimientos de la espalda baja en las actividades del día a día como coger un objeto del suelo o levantarte de la silla.
Asimismo, puede haber una compresión del nervio ciático que produce una sensación de hormigueo y dolor que va desde la columna lumbar hacia el muslo, pudiendo llegar hasta el pie.
El dolor lumbar en la sociedad de hoy en día cada vez es más común, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el 80% de la población ha cursado de dolor lumbar en algún momento de su vida. Estos porcentajes están aumentando ya que hoy en día hay dos tipos de trabajadores: por un lado está aquel que trabaja 8 horas sentado en la oficina y, por otro, el que tiene un trabajo físico y está 8 horas manipulando objetos con pesos o permanece mucho tiempo en posturas inadecuadas. Ambas personas son muy propensas a sufrir dolor lumbar ya que la persona que trabaja en la oficina tendrá una debilidad muscular de la musculatura lumbar, mientras que la persona que trabaja con pesos, sufrirá de sobrecargas de la musculatura lumbar.
El lumbago básicamente es un sinónimo de dolor lumbar o del dolor en la zona baja de la espalda. El dolor puede variar según el nivel de la lesión, la estructura lesionada o la gravedad de la lesión que puede afectar a las vértebras, ligamentos, músculos, articulaciones, etc. Se considera lumbago agudo si el dolor lumbar lleva menos de 3 meses, mientras que el lumbago crónico se considera cuando el dolor persiste más de 3 meses.
El dolor más común es el de sentir un tirón en la espalda que te deja clavado. Los movimientos más frecuentes son el de coger un peso del suelo, levantarte de la silla o de la cama, realizar un gesto brusco, etc. La causa de este dolor suele ser un punto gatillo (contractura muscular) del cuadrado lumbar, que básicamente es una banda tensa del músculo que genera dolor tanto al tocar como al realizar movimientos.
Por otro lado, en deportistas cuyo dolor se asocia al impacto contra el suelo depués de un salto, es frecuente encontrar una espondilolisis lumbar que consiste en una pequeña rotura de la lámina vertebral que genera dolor lumbar localizado al extender y rotar la columna.
Otras lesiones que generan lumbago en personas mayores de 50 años es la artrosis lumbar, que consiste en la degeneración de los cartílagos de la columna. Este cartílago se desgasta a medida que pasan los años perdiendo elasticidad, produciendo sensación de rigidez de la columna en las primeras horas de la mañana y/o al levantarse de la silla. También el dolor suele referir hacia los glúteos o hacia la zona lateral de la cadera.
Las causas de dolor lumbar son varias pero los factores que más empeoran el lumbago son la falta de actividad deportiva, las malas posturas de espalda, ejercicio físico excesivo y la obesidad.
El dolor lumbar izquierdo puede ser por diferentes causas. En personas jóvenes, el dolor lumbar izquierdo puede estar relacionado con un problema muscular. Es decir, en la mayoría de los casos suele ser por una contractura muscular del cuadrado lumbar en consecuencia de un mal gesto de la columna o movimientos repetidos de la espalda. En el caso de que haya habido un traumatismo o mal gesto deportivo también es común presentar una espondilolisis que consiste en una rotura de la lámina de la vertebra. Aunque no sea tan común, en personas mayores de 40 años, también puede haber depósitos de minerales en el riñón que causan dolor lumbar izquierdo. En personas mayores de 50 años, es más común cursar de dolor lumbar izquierdo originado por una degeneración del disco (artrosis) o por una ciática (compresión del nervio) que irradia desde la zona lumbar hasta la rodilla o el pie.
Las causas más comunes del dolor lumbar derecho son los espasmos musculares. Se generan por un mal gesto al levantar un objeto del suelo, por movimientos repetidos de la espalda o por mantener posturas inadecuadas y generan dolor en la zona lumbar y glútea. Si dicho dolor no ha reducido en 10 días, pensaremos en otras lesiones como puede ser una hernia lumbar o un bloqueo articular. La hernia lumbar consiste en una alteración del disco intervertebral que puede comprimir el nervio ciático causando dolor desde el lado derecho de la columna lumbar hasta la rodilla o el pie. El dolor de la hernia, suele ser un dolor intermitente que va y viene. Es decir, es una lesión que puedes pasar meses sin dolor, pero empeorar de un día para otro, causando un dolor intenso. En cambio, un bloqueo articular, es un dolor constante que causa una sensación de bloqueo de la columna lumbar al rotar la espalda hacia la derecha o al flexionar la espalda.
Las infecciones urinarias también pueden causar dolor lumbar derecho, aunque suelen estar relacionadas con otros síntomas como, por ejemplo, dolor y pinchazós al orinar con necesidad urgente de orinar.
Lumbalgia se considera cuando una persona cursa de dolor lumbar o dolor de espalda baja que puede estar causada por diferentes estructuras de la columna.
Hay que tener en cuenta que la columna lumbar está relacionada con la cadera, por ello, el dolor lumbar en la mayoría de las veces está asociada con el dolor de cadera. Lo más común en un dolor lumbar es presentar una contractura de la musculatura lumbar que refiere el dolor hacia la cadera. Por ejemplo, una contractura del músculo cuadrado lumbar genera dolor lumbar que se refiere hacia los glúteos. También, puede que haya una contractura muscular de los glúteos por una actividad excesiva que duele con la actividad física o con el simple hecho de caminar. Asimismo, puede haber una descompensación de la cadera que suele generar dolor tanto en la cadera como en la zona lumbar.
Se considera dolor lumbar crónico cuando el dolor persiste más de 3 meses. Este dolor, puede deberse a diferentes causas, en la mayoría de los casos suele deberse a lesiones articulares o bloqueos vertebrales.
Es decir, puede que haya vértebras hipomóviles que estén causando bloqueos de las vértebras y en consecuencia limitación y dolor al movimiento. Por ejemplo, es muy común tener una alteración en el movimiento de la articulación sacroilíaca. En consecuencia, la hipomovilidad de la sacroilíaca suele provocar una movilidad excesiva de la columna lumbar que genera mayor presión en una zona de la columna lumbar que en otra.
Asimismo, puede que haya dolor lumbar por una lesión articular, en personas adultas, los dolores crónicos se suelen deberse a artrosis, que consiste en una degeneración de los cartílagos de la columna que generan dolor lumbar y rigidez en las primeras horas de la mañana.También, puede haber disfunciones viscerales en los riñones o en el páncreas.
El dolor lumbar y de piernas está provocada por una compresión del nervio ciático. Esta compresión puede estar en diferentes estructuras anatómicas del cuerpo.
Por una lado, puede que haya una hernia lumbar que esté comprimiendo el nervio ciático irradiando el dolor desde la columna lumbar hasta el pie.
Por otro lado, puede que haya una compresión del nervio ciático a nivel de los glúteos (músculo piramidal). Esta contractura muscular del piramidal provoca una compresión del nervio ciático que irradia el dolor desde los glúteos, hasta la rodilla. Esta compresión del nervio produce una sensación de hormigueo y/o debilidad en las piernas.
El dolor lumbar al estar sentado es uno de los síntomas más comunes en la gente que cursa de dolor lumbar. En general se debe a una sobrecarga muscular causado por una debilidad muscular.
Si permanecemos muchas horas sentados, nuestros músculos se debilitan y en el momento de realizar actividades del día a día, no están preparados para soportar en peso de nuestro cuerpo. Esta debilidad, también, conlleva a malas posturas a la hora de estar sentado y en consecuencia mayor compresión en unas zonas de la columna que en otras. La compresión articular puede llegar a producir una hernia discal y una compresión del nervio ciático, causando dolor y hormigueo desde la zona lumbar hacia las piernas al estar sentado. Por ello, es importante mantener una correcta postura de la columna y realizar actividad física con el objetivo de evitar la atrofia muscular.
Mantén una postura adecuada apoyando las lumbares en el respaldo sin dejarte caer en la silla o en el sofá, apoya los codos en el apoyabrazos y mantén los pies en el suelo sin cruzar las piernas.
El dolor lumbar al andar en la mayoría de los casos se debe a una debilidad de la musculatura que conlleva a una sobrecarga de los erectores de la espalda. Un músculo si no es suficientemente fuerte como para sostener el peso del cuerpo se sobrecarga y genera dolor. Esta debilidad de la musculatura conlleva a caminar en posiciones inadecuadas sobrecargando más una zona que otra, limitando el poder caminar durante un tiempo prolongado teniendo que sentarte para descansar.
Te recomendamos caminar con la espalda bien erguida, con el mentón elevado y con los hombros echados hacia atrás.También, es importante caminar con un buen calzado, ya que los zapatos inadecuados como los zapatos de tacón arquean la espalda aumentando la presión de las vértebras lumbares.
La posición de nuestra columna al estar de pie es el factor más importante. La causa más común es la descompensación postural tanto de la espalda como de la pelvis. Por ejemplo, puede haber una pierna más corta que la otra, una zona de la espalda más rígida que otra, un acortamiento de la musculatura lumbar que conlleva a cambiar nuestra postura al estar de pie sobrecargando más la musculatura lumbar, etc.
Otra de las causas de dolor lumbar al estar de pie, es la artrosis de las vértebras. A partir de los 50 años, la mayoría padece de artrosis vertebral que consiste en una degeneración de los discos intervertebrales. Esta degeneración genera dolor difuso en la zona lumbar al estar de pie, ya que existe una compresión de las estructuras de la columna lumbar.
Hay que evitar permanecer mucho tiempo parado en un mismo sitio e intentar caminar cada 20-30 minutos. También se recomienda al permanecer parado en un mismo sitio, estar con el peso equilibrado sobre los dos pies y no estar echando el peso del cuerpo sobre una pierna, ya que sobrecargaremos más un lado de la espalda que la otra.
El dolor lumbar y de la zona inguinal en la mayoría de los casos suele estar causado por una compresión del nervio femoral. El dolor se caracteriza por un dolor que se origina en la zona lumbar e irradia hacia la ingle que limita el caminar y mantener la pierna recta tanto al estar de pie como al estar tumbado. El dolor suele aliviar al flexionar la cadera o llevar las piernas hacia fuera (rotación externa).
Otra de las causas es un punto gatillo (contractura muscular) del músculo psoas ilíaco. Este músculo genera dolor tanto en la zona lumbar como en la zona anterior de la cadera-ingle. Tal y como hemos dicho, en el caso del nervio femoral el dolor se alivia al doblar la cadera (flexión), al contrario que el nervio femoral, la contractura del psoas ilíaco aumenta el dolor al flexionar la cadera en acciones como subir las escaleras o cuestas.
El dolor lumbar por la noche puede ser causado por diferentes razones. Una de ellas es dormir en posiciones inadecuadas para la espalda; por ejemplo dormir boca abajo es la peor postura que se puede adquirir, ya que aumentamos la curvatura de la columna lumbar generando más tensión en la musculatura.
La mejor opción para el dolor de espalda baja a la hora de dormir es la de dormir de lado (posición fetal) colocando una almohada o cojín entre las rodillas evitando la rotación de la columna lumbar. También, es importante la elección de un buen colchón, un colchón demasiado blando hace que se hunda el cuerpo y pierda la correcta alineación, por ello se recomienda escoger un colchón visco elástico.
Para el tratamiento adecuado del dolor lumbar lo primero de todo es realizar una valoración del paciente para detectar descompesaciones que pueda haber en la columna vertebral. A partir de ahí, comenzaremos a tratar las alteraciones que hayamos detectado. Por ejemplo, realizaremos técnicas manuales para relajar la musculatura, técnicas de flexibilidad como estiramientos o ejercicios de movilidad de la columna para disminuir la rigidez y mejorar tanto la postura corporal como los movimiento de la espalda. También, será importante realizar ejercicios de fortalecimiento para tonificar la musculatura lumbar y evitar las recaídas.
Para saber cuál es tu lesión te recomendamos hacer uso de nuestra inteligencia artificial para evaluar tus síntomas y así poder aplicar un tratamiento específico en la recuperación de tu lesión consiguiendo los mejores resultados.
Las técnicas para la recuperación más aplicadas son las siguientes:
REPOSO:
Dejar que el tiempo cure la lesión no suele ser la mejor opción. Aunque el reposo es fundamental, hay que combinarlo con alguna otra técnica para que la lesión se recupere correctamente, ya que, sin un tratamiento específico, el tiempo de recuperación se alarga y pueden surgir complicaciones que derivan en dolores crónicos.
MEDICACIÓN:
La medicación es otra forma de disminuir el dolor, pero no te va a aportar ninguna mejora más allá. Aunque puede ser eficaz para los procesos inflamatorios y analgésicos, una lesión hay que abordarla desde todos los puntos de vista trabajando mediante ejercicios y terapia manual.
FISIOTERAPIA:
La fisioterapia es la forma más completa para afrontar este tipo de lesiones. Sus técnicas aparte de aliviar el dolor y disminuir tus síntomas, ofrecen ejercicios personalizados para fortalecer la musculatura, asegurar una recuperación completa y prevenir futuras lesiones.