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El dolor de pie es una patología que va en aumento en la sociedad de hoy en día.El uso del calzado inadecuado y el incremento de la práctica deportiva ha aumentado la prevalencia de esta lesión. Estos dolores en el pie pueden influir en las actividades de la vida diaria afectando a la calidad de vida y provocando problemas.El pie anatómicamente es bastante complejo, ya que esta formado por infinidad de huesos, tendones, ligamentos, fascias, etc. Esto conlleva que el dolor aparezca en diferentes regiones del pie como el empeine, el talón, el arco, la planta o los dedos.
Dependiendo del tejido afectado y la gravedad de la afectación existen diferentes lesiones. A veces diferenciar entre estas lesiones no es una tarea sencilla, ya que la sintomatología de las lesiones a veces suele ser muy parecida y otras veces las pruebas de imagen no consiguen dar la información necesaria para realizar un diagnóstico certero. Pero para realizar un tratamiento eficaz es determinante diagnosticar correctamente la lesión, por ello, hemos desarrollado una aplicación basada en la última tecnología en inteligencia artificial, la cual te puede ayudar a descubrir tu lesión.
Las lesiones del pie son difíciles de distinguir, por ello, los profesionales sanitarios se guían mucho del cuadro clínico que presenta el paciente y la zona de dolor exacta. Dependiendo de la zona de dolor se pueden descartar unas lesiones y otras cogen fuerza.
El dolor en la planta del pie es el dolor más prevalente del pie. La mayoría de las personas lo sufre en algún momento de su vida y principalmente se asocia a la inflamación de la fascia plantar más conocido como fascitis plantar. La fascia es una estructura fibrosa y elástica situada en la planta del pie. Nos proporciona diversos beneficios a la hora de caminar como ayudar a mantener el arco plantar, absorber y devolver la energía en el impacto del pie contra el suelo o proteger los metatarsianos. La fascitis se produce cuando existe una inflamación de esta fascia por diferentes razones. Esta inflamación se suele dar normalmente a la altura donde la fascia se inserta en el calcáneo. La fascitis produce dolor sobre todo en los primeros pasos de la mañana o al levantarse después de estar un buen rato sentado, también, se exacerba al realizar ejercicio físico. Por ello, es importante si sospechamos de esta lesión disminuir la carga de entrenamiento o las horas que pasamos de pie, aplicar frío en la zona de dolor, estirar tanto la fascia como la musculatura posterior de la pantorrilla y automasajear la fascia mediante una pelota.
El dolor en el talón puede ser provocado por diversas razones y se pueden diferenciar las lesiones dependiendo de la ubicación del dolor. Si el dolor se produce en la parte inferior del talón las dos lesiones más prevalentes son el espolón calcáneo (se forma un saliente en el hueso por la excesiva tensión ejercida por la fascia plantar) y el síndrome de la almohadilla grasa plantar (inflamación de la grasa ubicada en la parte inferior del talón). Sin embargo, si el dolor se produce en la parte posterior del talón sospecharemos de la tendinopatía del tendón de Aquiles, enfermedad de Haglund (se forma un saliente en el hueso por la excesiva tensión ejercida por el tendón de Aquiles) o la inflamación de la grasa de Kager (grasa ubicada en la parte posterior del talón más profundo que el tendón de Aquiles).
El dolor en el arco plantar del pie principalmente es producido por la fascitis plantar. La fascia transcurre desde el talón (calcáneo) hasta los dedos (metatarsos) por lo que una afección en esta estructura produce dolor a la altura del arco plantar. Por otro lado, por su función y su inserción el tendón del tibial posterior también puede provocar dolor en el arco plantar. Este tendón se inserta en la planta del pie y ayuda mantener el arco plantar, por lo que, si hay una afectación de este tendón como una tenosinovitis del tibial posterior, este se ve reflejado en el arco plantar.
El dolor en los dedos del pie se puede clasificar dependiendo del tipo de dolor y de la intensidad. Por ejemplo, si el dolor está acompañado de parestesias y hormigueos la lesión más probable será el neuroma de Morton. En cambio, si el dedo afectado es el primer dedo y existe una deformación visible sospecharemos de un Hallus valgus, más conocido como juanete. Por último, si el dolor es insoportable hasta el punto de no poder apoyar el pie en el suelo o no poder cargar el peso del cuerpo valoraremos la posibilidad de un edema óseo o una fractura.
El dolor en el empeine del pie, aunque no sea una lesión muy recurrente puede llegar a ser muy molesto. Este dolor, por un lado, suele estar causado por una afectación de los tendones extensores ubicados en el empeine. Cuando existe un sobreuso o sobrecarga de la musculatura extensora de los dedos del pie los tendones se inflaman produciendo dolor en esta zona. Por otro lado, las personas con pies planos y cavos, también, son más propensas a sufrir estos dolores. Esto se debe a que en ambos casos los huesos del pie sufren alteraciones biomecánicas, ya sea por compresión o por separación produciendo dolor articular en el empeine del pie.
Dependiendo de la zona de dolor existen varias lesiones que pueden provocar dolor al levantarse, pero entre ellas la más común es la fascitis plantar. Si el dolor al levantarse se localiza en la planta de los pies o se irradia hacia el talón sospecharemos de la fascitis plantar. En cambio, si el dolor se localiza en el talón es más probable que se trate de un espolón calcáneo o el síndrome de la almohadilla grasa plantar. Por último, si el dolor se localiza en los dedos del pie las lesiones más prevalentes son el juanete, el neuroma de Morton y el edema óseo (afectación del hueso previo a una fractura provocado por un sobreuso o traumatismo.
Al igual que el dolor al levantarse el dolor de pie al andar depende de la ubicación del dolor. Además, de la ubicación del dolor el propio hecho de poder caminar elimina las lesiones más graves como las fracturas o los edemas óseos. De esta forma, conociendo la ubicación e intensidad del dolor y la sintomatología del paciente se puede hacer un buen diagnóstico.
El tratamiento para el dolor de pie suele ser eficaz una vez identificada tu lesión.
Para saber cuál es tu lesión te recomendamos hacer uso de nuestra inteligencia artificial para evaluar tus síntomas y así poder aplicar un tratamiento específico en la recuperación de tu lesión consiguiendo los mejores resultados. Las técnicas para la recuperación más aplicadas son las siguientes:
REPOSO:
Dejar que el tiempo cure la lesión no suele ser la mejor opción. Aunque el reposo es fundamental, hay que combinarlo con alguna otra técnica para que la lesión se recupere correctamente, ya que, sin un tratamiento específico, el tiempo de recuperación se alarga y pueden surgir complicaciones que derivan en dolores crónicos.
MEDICACIÓN:
La medicación es otra forma de disminuir el dolor, pero no te va a aportar ninguna mejora más allá. Aunque puede ser eficaz para los procesos inflamatorios y analgésicos, una lesión hay que abordarla desde diferentes puntos de vista trabajando mediante ejercicios y terapia manual.
FISIOTERAPIA:
La fisioterapia es la forma más completa para afrontar este tipo de lesiones. Sus técnicas aparte de aliviar el dolor y disminuir tus síntomas, ofrecen ejercicios personalizados para fortalecer la musculatura, asegurar una recuperación completa y prevenir futuras lesiones.