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El dolor de tobillo es uno de los dolores más prevalentes tanto en el ámbito deportivo como en la sociedad en general. El tobillo es una articulación compleja y aguanta el peso de todo el cuerpo, por ello, cuando hay una alteración de las estructuras de la articulación aparece el dolor que puede llegar a influir en las actividades de la vida diaria. Existen diferentes tipos de lesiones según la estructura lesionada y la gravedad de la lesión. Para realizar un tratamiento eficaz es determinante diagnosticar correctamente la lesión. En el caso del tobillo, la sintomatología de las lesiones algunas veces suele ser muy parecida y otras veces las pruebas de imagen no consiguen dar la información necesaria para realizar un diagnóstico certero. Por ello, existe una aplicación basada en la última tecnología en inteligencia artificial, la cual te puede ayudar a descubrir tu lesión:
En menos de 2 minutos puedes saber la causa de tus dolores.
La torcedura de tobillo o esguince de tobillo es la lesión más común de esta articulación. La mayoría de la gente ha sufrido un esguince a lo largo de su vida.
Un esguince es una distensión o rotura de los ligamentos ubicados en el tobillo. Esta distensión puede ser de los ligamentos internos del tobillo o de los ligamentos externos (más común).
Normalmente la torcedura se produce cuando el pie realiza una inversión (planta del pie mirando hacia dentro) y el tobillo se desplaza hacia fuera sobrepasando la tensión que pueden aguantar los ligamentos externos del tobillo. Esto puede suceder al pisar sobre un bordillo, un mal aterrizaje de un salto o por un golpe directo sobre la parte interna del tobillo.
Cuando se produce un esguince el dolor en un inicio suele ser insoportable y dependiendo del grado de la lesión pueden aparecer una hinchazón y un hematoma.
También, puede existir un coagulo de sangre por un reposo prolongado en la cama, inmovilización prolongada de una extremidad, etc. Este coagulo de sangre si se encuentra en la superficie no suele causar problemas graves, pero si se encuentra en una vena profunda puede ser peligroso, ya que puede causar una embolia pulmonar.
El dolor de tobillo al andar puede ser causado por diversas causas. Si el dolor se presenta en la parte posterior del tobillo, seguramente se tratará de una tendinopatía del tendón de Aquiles, aunque también pueda ser por una irritación de la grasa de Kager o por la enfermedad de Haglund.
En cambio, si el dolor es lateral seguramente se tratará de un esguince mal curado o una tenosinovitis de los peroneos.
Asimismo, si el dolor es en la parte medial se sospechará de una tenosinovitis del tibial posterior.
Por último, si el dolor es en la parte anterior puede existir una afectación de la capsula articular, una afectación de los tendones extensores o la afectación de la sindesmosis (articulación fibrosa que une la tibia y el peroné).
Todas las lesiones anteriormente mencionadas pueden producir dolor en reposo en sus estados más graves, pero, además, podemos encontrar otras lesiones como la artritis séptica, osteoartritis, gota, fracturas óseas, etc.
La inflamación en los tobillos puede deberse a diferentes razones. Por un lado, puede deberse a un traumatismo o esguince debido a la rotura de los vasos y la presencia del derrame articular. Por otro lado, puede deberse a las enfermedades como la artritis o la gota que producen una inflamación de la articulación del tobillo. Por último, la hinchazón de los tobillos puede deberse a las dificultades del sistema circulatoria para realizar correctamente el retorno venoso.
En cuanto a las tendinitis de tobillo dependiendo del tendón afectado la ubicación del dolor será diferente. Como se ha mencionado anteriormente si el dolor se reproduce en la parte posterior del tobillo el tendón afectado será el tendón de Aquiles. En cambio, si el dolor aparece en la parte delantera el tendón afectado será el tendón del tibial anterior o los tendones extensores de los dedos del pie. Asimismo, si el dolor se presenta en el lado lateral del tobillo los tendones afectados serán de los músculos peroneo largo y corto y si es en la parte medial del tendón del tibial posterior.
El tratamiento para el dolor de tobillo suele ser eficaz una vez identificada tu lesión.
Para saber cuál es tu lesión te recomendamos hacer uso de nuestra inteligencia artificial para evaluar tus síntomas y así poder aplicar un tratamiento específico en la recuperación de tu lesión consiguiendo los mejores resultados.
Las técnicas para la recuperación más aplicadas son las siguientes:
REPOSO:
Dejar que el tiempo cure la lesión no suele ser la mejor opción. Aunque el reposo es fundamental, hay que combinarlo con alguna otra técnica para que la lesión se recupere correctamente, ya que, sin un tratamiento específico, el tiempo de recuperación se alarga y pueden surgir complicaciones que derivan en dolores crónicos.
MEDICACIÓN:
La medicación es otra forma de disminuir el dolor, pero no te va a aportar ninguna mejora más allá. Aunque puede ser eficaz para los procesos inflamatorios y analgésicos, una lesión hay que abordarla desde diferentes puntos de vista trabajando mediante ejercicios y terapia manual.
FISIOTERAPIA:
La fisioterapia es la forma más completa para afrontar este tipo de lesiones. Sus técnicas aparte de aliviar el dolor y disminuir tus síntomas, ofrecen ejercicios personalizados para fortalecer la musculatura, asegurar una recuperación completa y prevenir futuras lesiones.