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Los dolores de la mandíbula o de la articulación temporomandibular (ATM) cada vez son más frecuentes en la sociedad de hoy en día por el estilo de la vida que llevamos. Las situaciones de estrés, ansiedad, etc. favorecen el aumento de la tensiónde la musculatura masticatoria y facial apareciendo dolores en la zona mandibular. Estos dolores suelen ser molestos y limitantes pudiendo llegar a afectar en las actividades de la vida diaria. Por ello, es importante realizar un tratamiento específico y personalizado en cada patología. Mediante algunos cambios en los hábitos de vida y siguiendo algunos consejos pueden mejorar y aliviar los síntomas. Pero para ello, es necesario saber de qué lesión se trata para poder optimizar el tratamiento y el tiempo de recuperación.
Si quieres saber la razón de tus dolores te dejo una pagina web la cual mediante la inteligencia artificial dan una respuesta a tus síntomas.
Aunque la inflamación de la mandíbula puede deberse a diferentes razones las principales causas son la sinovitis y la capsulitis. La sinovitis es la inflamación de los tejidos sinoviales que recubren la ATM. Normalmente el paciente suele sentir un dolor interno y constante que se incrementa con el movimiento. En cuanto a la capsulitis, se caracteriza por la inflamación del ligamento capsular, en este caso el paciente refiere dolor cuando la boca está cerrada, aunque se aumenta si se realiza algún movimiento con la boca. Clínicamente es muy difícil distinguir ambas patologías, ya que en los dos casos la sintomatología y las formas clínicas son muy parecidas.
La mandíbula torcida se debe a una alteración de la articulación temporomandibular. Si la mandíbula se encuentra torcida constantemente, se deberá a un desplazamiento del disco articular sin reducción, es decir, el disco articular sobresale de la articulación y no vuelve a la posición inicial. Se puede considerar como una pequeña luxación de la articulación. Por ejemplo, si la mandíbula está torcida hacia la derecha es porque la articulación de la izquierda está luxada o desplazada hacia delante. Por el contrario, si la mandíbula está desplazada hacia la izquierda, se debe por una luxación del lado derecho. Asimismo, puede que haya una simple alteración de la articulación, es decir, si la articulación de la derecha es hipomóvil y no se mueve correctamente, al abrir la boca se observará un desplazamiento hacia el lado derecho. Si la mandíbula se tuerce hacia la izquierda al abrir la boca, la hipomóvil es la articulación de la izquierda.
El dolor de atm (articulación temporomandibular), en la mayoría de las veces se clasifican en 3 categorías.
Por una parte, tenemos los problemas articulares que es cuando se encuentra una alteración del disco. Puede ser una alteración del disco con reducción o una alteración del disco sin reducción que consisten en bloqueos de la articulación por una mala biomecánica de la articulación. Los síntomas principales son sensación de bloqueo, escuchar un clic al abrir la boca o desplazamiento de la mandíbula hacia un lado.
Por otro parte, tenemos los problemas musculares que consisten en contracturas musculares de la atm. Este tipo de lesiones, causan dolor localizado por debajo de la atm y se reproduce al comer alimentos duros o una masticación constante.
Por último, la cuarta lesión más común de la ATM es el bruxismo que se caracteriza por apretar y rechinar los dientes involuntariamente durante la noche. Los síntomas principales son dolor de atm por la mañana o durante la noche y dolor de cabeza o de oído que pueden alterar las horas del sueño.
Anteriormente hemos hablado sobre los dolores propios de la mandíbula, pero estos dolores también se pueden irradiar a otras zonas del cuerpo provocando molestias e incluso incapacidad para realizar algunas actividades.
Los dolores de mandíbula y del oído suelen ir asociados. Esto se debe a que la articulación temporomandibular se ubica justo por delante del oído pudiendo interferir el uno en el otro. Por un lado, la musculatura masticatoria (masetero, temporal, pterigoideo externo, etc.) se puede contraer o sobrecargar por sobreuso de la articulación (comer chicle), bruxismo, estrés, ansiedad, etc. Esta contracción continua de las fibras musculares de los músculos masticatorios refiere dolor a la zona del oído provocando dolor tanto en la mandíbula como en el oído. Por otro lado, las alteraciones del disco de la articulación temporomandibular también pueden referir dolor al oído, ya que la ATM se ubica justo por delante del oído y el dolor suele ser difuso.
En cuanto al dolor de mandíbula y cabeza cabe destacar que la musculatura masticatoria previamente mencionada y la musculatura cervical y suboccipital están relacionadas. Por lo tanto, cuando hay una tensión excesiva en alguno de estos grupos musculares los otros también se ven implicados. Esto sucede sobre todo en los casos de estrés, ansiedad y agobio, estos cuadros emocionales suelen afectar a los tres grupos musculares mencionados. Y en el caso de que exista un aumento de tensión en la musculatura cervical y suboccipital el dolor se refiere a la cabeza (desde la parte posterior hasta la frente por los lados de la cabeza).
El dolor de mandíbula derecha puede deberse a dos motivos. Puede ser por un problema del disco articular o por un punto gatillo (contractura muscular) de la musculatura de la mandíbula. En un problema articular derecho, escucharás un click al abrir la boca o que el disco sale de su sitio y vuelve a recolocarse. Si el problema articular es un poco más grave, sentirás un bloque de la boca y dificultad o imposibilidad para abrir la boca. Al contrario, un punto gatillo de los músculos de la mandíbula genera un dolor justo por debajo de la mandíbula que puede causar pinchazos y sensación de rigidez después de consumir alimentos duros.
Tal y como hemos explicado anteriormente, las causas del dolor de mandíbula izquierda son las mismas que en lado derecho: alteración del disco con reducción, alteración del disco sin reducción o un punto gatillo de la musculatura masticatoria.
El tratamiento para el dolor de mandíbula suele ser eficaz una vez identificada tu lesión.
Para saber cuál es tu lesión te recomendamos hacer uso de nuestra inteligencia artificial para evaluar tus síntomas y así poder aplicar un tratamiento específico en la recuperación de tu lesión consiguiendo los mejores resultados.
Reposo
Cuando tenemos dolores de cadera es importante tomarte tu tiempo para descansar en un ambiente tranquilo. Esto nos ayudará a relajarnos consiguiendo así, aliviar el dolor y disminuir la tensión de la musculatura de cadera. Es recomendable descansar tumbado, ya que a veces la propia acción de estar sentado es el que produce el dolor de cadera.
Aplicación de frío y/o calor
En casos de dolor agudo, es decir, donde el dolor se produce en consecuencia a una excesiva actividad o determinados movimientos se recomienda aplicar frío en la zona. En cambio, en dolores más crónicos o donde la musculatura de la cadera esta sobrecargada se recomienda aplicar calor sobre la zona de dolor.
Estiramientos
Los estiramientos son unos ejercicios muy recomendables para disminuir la tensión de la musculatura de cadera. Hay que realizarlos de una manera progresiva sin la aparición del dolor, pero notando una cierta tirantez. Es recomendable realizarlos varias veces al día para mejorar la rigidez y el movimiento de la cadera.
Automasaje
Los automasajes mediante una pelota o la foam roller son muy eficaces para relajar la musculatura de la cadera. Mediante estos masajes y presiones mantenidas conseguimos favorecer la llegada de la sangre que aporta nutrientes y oxigeno a la musculatura para ayudar a su relajación.
Medicación:
La medicación es otra forma de disminuir el dolor, pero no te va a aportar ninguna mejora más allá. Aunque puede ser eficaz para los procesos inflamatorios y analgésicos, una lesión hay que abordarla desde todos los puntos de vista trabajando mediante ejercicios y terapia manual.
Fisioterapia:
La fisioterapia es la forma más completa para afrontar este tipo de lesiones. Sus técnicas aparte de aliviar el dolor y disminuir tus síntomas, ofrecen ejercicios personalizados para fortalecer la musculatura, asegurar una recuperación completa y prevenir futuras lesiones.