%20(1).png){kind=small}
La distensión muscular del cuádriceps también conocida como tirón muscular se caracteriza por una elongación de las fibras musculares.
Esta lesión es muy prevalente en deportistas cuyo deporte requiera de aceleraciones, deceleraciones o cambios de dirección. Suele producirse por no realizar un calentamiento adecuado antes de empezar con la actividad o por realizar una actividad incorrectamente sobrecargando o sobreestirando el músculo.
El cuádriceps es un conjunto de cuatro músculos formado por los vastos medial, lateral e intermedio y por el recto anterior.
El músculo que más se lesiona es el recto anterior, ya que es el que mayor actividad electromiográfica registra en el momento de la extensión de rodilla y tiene una arquitectura compleja anatómicamente.
Cuando esta musculatura se ve implicada en movimientos bruscos de aceleración o en gestos específicos de sobreestiramiento las fibras sufren una elongación mayor a la capacidad que pueden soportar provocando una distensión de las fibras musculares. Esta lesión es como una rotura de fibras o un desgarro de fibras, pero en menor medida.
%20(1).png){kind=small}
.png){kind=small}
.png){kind=small}
.png){kind=small}
En 2 minutos puedes evaluar tus síntomas con nuestra tecnología para saber la causa de tu dolor.
.png){kind=small}
.png){kind=small}
.png){kind=small}
Para aliviar los síntomas sigue los siguientes consejos:
.png)
En las primeras fases de la lesión es imprescindible realizar reposo con la pierna en descarga para evitar empeorar la distensión de las fibras.
El frío ayuda en las primeras 72h a controlar la inflamación y el derrame provocados por la lesión. Una vez pasada la primera fase de 72h es recomendable la aplicación del calor en la zona de la lesión para favorecer la llegada de la sangre a la zona con oxigeno y nutrientes.
La elevación del miembro afectado ayuda la eliminación del derrame y de los desechos tóxicos producidos por la lesión.
Las movilizaciones ayudan a drenaje de los desechos tóxicos y a mantener la elasticidad y movilidad del tejido conjuntivo no lesionado. Las movilizaciones hay que realizarlas sin la aparición del dolor.
Los estiramientos hay que realizar suaves y en rangos muy limitados siempre sin la aparición del dolor.
Los ejercicios de fortalecimiento isométricos e isotónicos están indicados para recuperar la fuerza y funcionalidad del músculo afectado.
En las primeras fases hay que evitar los movimientos o los gestos que impliquen la musculatura lesionada, ya que puede empeorar la lesión.
En los primeros días de lesión evita realizar ejercicio que implique el músculo afectado, ya que puede empeorar la lesión.
Al retomar las actividades deportivas empieza con actividades menos exigentes y con menor carga para el músculo, para ir progresando con el tiempo.
La distensión del cuádriceps como se ha mencionado anteriormente es una lesión leve que tiene una buena recuperación. Esta lesión suele curarse con el tiempo y no suele dar problemas a la larga. En este caso, aunque la fisioterapia no tenga una función indispensable es recomendable consultar a un centro de fisioterapia especializado. En él valorarán la magnitud de la lesión y si existe alguna otra lesión de los tejidos adyacentes. Además, realizarán el tratamiento correspondiente en cada caso recortando los tiempos y mejorando la calidad de la recuperación.
Ejercicios de reeducación funcional
Ejercicios de fortalecimiento
Técnicas para aliviar y controlar el dolor
Movilizaciones pasivas y activas
TENS
Hipertermia
Indiba
